El sábado nos renimos con los ciclistas que se dan cita en las localidades aledañas a Isla Cristina. Muchos veraneantes que no dejan la bici en casa se apuntaron y nos juntamos unas 80 personas. La jornada transcurrió sin grandes percances, a excepción de las paraditas que hicimos para servir de alimento a los mosquitos antes de que cayera la noche, aún tengo picaduras que rascarme. El año que viene no se me olvida el repelente os lo aseguro. El trazado que en principio creíamos similar al del año pasado, este año les ha resultado a la mayoría más duro, aunque para mi no lo fuera tanto por coincidir plenamente con un recorrido que hago habitualmente aunque sin salir ni volver a Isla Cristina. Al GPS le salieron 66 kms, lo que no está mal, aunque casi todos decíamos que echamos algo más de tiempo de lo que debíamos, pero bueno, es una cicloturista, se trata de que todo el mundo llegue, y aún así hubo un par de caidas, un par de lipotímias, etc.
Volví a encontrame con Santiago, Santi, que vive en Sevilla e hicimos el camino juntos lo que siempre es motivo de alegría, aunque este año me he visto más fuerte que él (ya era hora) sobretodo en las cuestas, aunque claro, yo ya tengo muy trillado el recorrido. También era la prueba de fuego de las linternitas chinas y me sirvieron para realizarles unos ajustes y mejorar su posición en el casco y el manillar. Ni que decir que tiene que el chorro de luz que dan fue objeto de comentarios en el pelotón. De hecho no hacen falta las dos a la vez, con una es más que suficiente.
Pasamos mucho calor y el avituallamiento en Villablanca supo a gloria y plato de comida preparada y el bocadillo de jamón fue estupendo. Eché de menos en la bolsa con obséquios la camiseta conmemorativa del evento ya que a mi me gusta tenerlas como recuerdo, pero bueno hubo otros obsequios muy de agradecer igualmente. La organización estuvo muy atenta de manera general. Sigue siendo una experiencia ir acompañado de tanta peña en bici durante la noche por el campo. Este año ha habido más participación de féminas, principalmente de integrantes de los dos clubes isleños, el Pipirigaña y el Fuerte-flojo. Eché mucho de menos a mis compañeros de penurias Arturo, Jesús y Rafa, pero bueno, otro año será, hasta entonces un saludo a todos.
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