Salimos a la hora de siempre, Pablo, Ángel y yo. A pesar de que Ángel es la primera vez que sale, como sabemos que es un tío potente decidimos ir hacia Montecobre, aunque las obligaciones hacen que la ruta se quede ahí, la próxima vez habrá tiempo para más ¡y hay que sacarlo, qué ahora es cuando empieza a estar bien la sierra y ya empezamos a tener forma para después de subir empezar a aprendernos rutas! Bueno, Pablo con su característica seguridad en el pedaleo, cómo si estuviera haciendo llano, resuelve sin problema la pendiente de la casa antes de tirar a derecha para el torreón. Ángel, muy fuerte, acusa el no conocer la bicicleta (que era mi vieja Conor AFX 8500) y la experiencia a la hora de cambiar a tiempo platos y piñones, aún así aguanta el tío cantidad, la forma física se nota. Espero que se apunte alguna otra vez porque ¡no veas como se tira cuesta abajo por la carretera de la sierra! ¿Y yo qué? bueno pues a pesar de acusar la rutita de ayer acabé muy contento porque justo donde ayer me caí hoy he logrado resolver con éxito el dichoso vado después del torreón, ¡por fín!, y además como si no tuviese dificultad ninguna, es como si de pronto vieses el camino y antes no pudieras y tan sólo sigues la línes y ves que no necesitas hacer tanto esfuerzo. A lo que no acabamos de cogerle el tranquillo es a la dichosa cuesta de las raices, justo antes de salir a la carretera del mirador de las niñas. Pero, lo conseguiremos, este año estamos decididos a dar un paso de gigantes como bikers principiantes. Os dejo unas fotos de hoy y nos vemos.
José
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Ángel y José
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Pablo y José |
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(Pablo haciendo de las suyas con el iphone) Ángel y José |