Bueno pues un año más acabamos la nocturna, que sí bien prometía ser más sufrida debido a la ola de calor, es verdad que este último nos respeto bastante y hasta nos sorprendió, puesto que la temperatura fue muy agradable. La página del club organizador anunciaba 170 participantes aproximadamente, aunque yo creo que alguno se descolgó en el último momento. Aún así, para ser una cicloturista el grupo era lo suficientemente nutrido como para sentir la tensión de ir en medio de un pelotón, experiencia interesante para los que en nuestras salidas no reunimos más de 4 ó 5 compañeros. Este año me acompañó un vecino y compañero de profesión que sube las cuestas como un gamo, no en vano, corre, hace piragua, etc. La ruta es ya conocida, pues aquí no es que se puedan inventar muchas cosas nuevas con salida desde la playa y un margen de 60 ó 61 kms con vuelta al punto de partida, pero siempre te meten por algún senderito que no conoces. La organización estuvo bien pero es verdad que el perfil de participantes se va consolidando y no haría falta parar tantas veces, con lo que podríamos darle un bocado de entre 30 y 45 minutos haciendo el mismo recorrido. Por el precio que cuesta, 10€, es de agradecer el avituallamiento sólido-líquido y la cena (plato calentito de lomo con patatas, croquetas, tortilla francesa y pepito de jamón y tomate), bebida y camiseta regalo, además de la latita de caballa de la tierra o mejor dicho el oceano. Os dejo una fotito en Villablanca, punto intermedio del recorrido, con Mario a la derecha.
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Bueno aunque estoy deseando volver a dar pedales con mis amigos de Córdoba, Jesús, Arturo, Rafa, Pablete, tengo que decir que este año me siento más acompañado en las salidas ayamontinas, primero fue José Miguel de Don Benito que está en una forma física excelente, después vinieron Javi de Huevar que es diésel como yo y está cogiendo forma, aunque le pega también al fútbol y a correr, Mario que ya lo he mencionado y que es de Ayamonte (es el que nos dice dónde ir a comer y dónde no) y Manolo, mi amigo de Salteras que se ha pegado una dieta-sana que no veas y ahora ha empezado con las carreritas y la bicicleta. Entre unos y otros me están haciendo bastante compañía por estos falsos llanos marismeños onubenses con tramos que no bajan de los 50 kms, con lo que espero no haber perdido mucho cuando vuelva, aunque ya le estoy temiendo a la primera vez que encare el Reventón de nuevo. ¡Ay! todos los años igual.
Chiao desde Punta del Moral. I miss you guys!
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