|
De izquierda a derecha, Paqui, José (yo), Santi y Javier a nuestra llegada a Villablanca primer avituallamiento. |
Bueno pues al final me animé y tomé parte en la nocturna de Isla Cristina ¡La primera vez que hacía una ruta de noche! Y la verdad es que engancha. Me animé porque aunque eran kilómetros la verdad es que la ruta no tenía gran complicación técnica. Senderos amplios, salvo un pequeño tramo al que además de la obscuridad había que añadirle los bancos de arena. Los bancos de arena hicieron estragos en los primeros kilometros con alguna que otra caida e hicieron que el grupo se estirará bastante. A la llegada a Villablanca, veintitantos kilómetros, ya hubo quien abandonó. Aunque dado el carácter cicloturista de la marcha, cada un cierto tiempo nos deteníamos a esperar al resto y así todo el mundo llegó sin contratiempos. Varias rampas con bastante tanto por ciento de desnivel (las Tres Gracias en Costa Esuriantes y la Pandera ésta última con 400 mts de 16%) antes de llegar a Ayamonte y una bonita vista de un reguero de luces rojas serpenteando en medio del campo a la tenúe luz de una luna nueva. Además, como suele pasar en estás lides, se hace amistad con bikers de todas las edades, un saludo a Santi y Javier de Sevilla, y a Paqui de Córdoba. Resultado: el año que viene repito seguro y para entonces me agenciaré un buen equipo de iluminación, así que cualquier experiencia en el tema luces que deseéis compartir será bienvenida. En breve colgaré las fotos, aunque en la página del club organizativo ya están disponibles,
www.clubbttisleño.es He de felicitar a los miembros del Club Pipirigaña organizadores del evento que en todo momento estuvieron atentos de los participantes, asi como de que los avituallamientos fueran suficientes e incluso de entregarnos unos obsequios al finalizar la prueba.
|
Con Santi llegando a Villablanca. La luna al fondo y "musho" polvo como atestigüan nuestra ropa. |